Según expuso Bartolomé Vargas, la mayoría de las condenas son por conducir bajos los efectos del alcohol, una infracción en la que se está haciendo un gran esfuerzo por erradicar. Solo en 2013, el 65% de las condenas se debieron a conducir bajos los efectos del alcohol, la principal causa de siniestralidad.
Para 2014, se redoblarán los esfuerzos realizados por la Fiscalía, juzgados y las policías judiciales de Tráfico, por lo que se prevé un aumento del 14% en las sentencias condenatorias. Por tipo de infracción se espera que haya un incremento del 13% en los delitos relacionados con la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas y del 19% en los delitos por conducir sin tener permiso de conducción.