El interior de la visera del Skully se transforma en una pantalla virtual en la que se proyecta todo tipo de información útil para la conducción, transformando la vieja idea de seguridad del casco tradicional, en un nuevo concepto de equipo “inteligente” que sigue el mismo tipo de evolución que siguieron en su día los modernos teléfonos “Smartphone”.
Lejos de restar seguridad, la nueva integración de información útil para el conductor, como los datos de navegación, velocidad, o imagen 360º del entorno, permitirán un incremento de la seguridad activa. La incorporación de una cámara posterior, permite disfrutar de un retrovisor sin la necesidad de girar la cabeza para controlar los ángulos muertos de nuestro vehículo.
Seguridad activa y pasiva aunada en un complemento que adicionalmente ofrece todo tipo de información útil para la conducción. Al manejarse mediante comandos de voz, el motociclista no tendrá que ocupar sus manos en labores ajenas a la propia conducción. Además, al presentar la información frente a nuestros ojos se puede gestionar todo sin apartar la vista de la carretera.
Finalmente, el Skully AR-1 incorpora conectividad Bluetooth con nuestro teléfono inteligente u otros dispositivos electrónicos, por lo que podemos recibir y realizar llamadas telefónicas, convirtiendo los actuales sistemas de intercomunicadores en historia. La facilidad de conexión con otros dispositivos electrónicos permitirá en un futuro la interconexión con la propia motocicleta ofreciendo posibilidades que ahora solo son capaces de soñar los desarrolladores de aplicaciones.
La autonomía del casco es de 9 horas, tendrá pantalla electrocrómica y estará disponible en diferentes tamaños. De momento la compañía emergente (startup) que solicitaba 250.000 dólares para iniciar su comercialización ha logrado superar los 850.000 $. Lo que es muestra de las expectativas y la alta demanda que ha generado el “Smarthelmet” o casco inteligente de Skully Systems.