Aunque aún está pendiente del debate definitivo que se producirá en Ginebra (Suiza), la nueva normativa podría estar lista en unos días. Una nueva legislación que abriría la puerta a los fabricantes para prescindir de los retrovisores convencionales de espejo e incorporar los nuevos mediante cámaras exteriores y pantallas en el interior.
Dispositivos similares ya se instalan en los sistemas de ayuda al aparcamiento, pero la intención de la nueva ley será que se implanten en sustitución de los tres retrovisores actuales. La nueva normativa estaría lista para entrar en vigor el año que viene, con un proceso de homologaciones que permitiría a la industria lanzar sus primeros modelos sin espejo a partir del 2016.
TODO SON VENTAJAS
Los sistemas retrovisores mediante cámaras “Sightstream” (visión en directo) permiten una serie de mejoras que los espejos convencionales simplemente no pueden ofrecer. Entre las principales se encuentra la eliminación de los ángulos muertos, la visión 360º, las alertas de cambio de carril involuntario o el aviso de adelantamientos.
Además hay otras motivaciones secundarias pero no menos importantes como la reducción de peso o la considerable mejora aerodinámica de los vehículos, que reducen el consumo y facilitan el diseño. El mismo Elon Musk, visionario creador de la marca de vehículos eléctricos TESLA ha manifestado que el retrovisor de espejo no solo está obsoleto, sino que es un auténtico estorbo en el diseño de sus avanzados modelos.
También se facilitan los aparcamientos al reducir el ancho total del vehículo, o bien, se puede aumentar la anchura incrementando la habitabilidad interior.
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