El denominado Badén Inteligente de Velocidad (BIV) contiene en su interior un líquido que se mantiene fluido cuando un vehículo lo atraviesa a velocidades bajas, pero que se hace muy sólido cuando la fuerza es mayor. El badén está revestido por un material de alta resistencia que soporta el peso de los golpes que recibe de los vehículos y los peatones. Los materiales de fabricación no son tóxicos ni contaminantes y están diseñados para resistir los cambios de temperatura.
El BIV fue condecorado en 2010 con el Premio Nacional de Seguridad Vial, que concede la Fundación para la Seguridad Vial. Ese mismo año logró el Premio a la innovación en Seguridad Vial en la Feria Intertraffic de Amsterdam.
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