El informe aparecido en el portal de internet Negocios tiene en cuenta los datos de las 50 capitales de provincia, además de Ceuta y Melilla. En cada una se han analizado seis aspectos que influyen en la conducción: densidad de población, número de vehículos, víctimas mortales, volumen total de precipitaciones, días con temperatura bajo cero, y el precio del seguro del vehículo.
Una vez realizada una media nacional, se han catalogado a las ciudades en relación a dicha media. En estas condiciones Barcelona con un 168% sobre la media es la peor ciudad de España para conducir, seguida de Madrid (132,5%) y a más distancia Valencia (56,7%), A Coruña (49,4%) y Cádiz (41,2%).
En el lado contrario encontramos a las ciudades con mejores condiciones para conducir que lidera Santa Cruz de Tenerífe (-48,2%), seguida de Almería (-43,7%), Cáceres (-38,5%) y Castellón (-37,9%).
Del estudio se deduce que las grandes urbes con una densidad de tráfico muy elevada y con gran número de atascos son las menos propicias para conducir. Atendiendo al número de fallecidos por accidentes de tráfico, Barcelona vuelve a aparecer como la menos segura para los conductores (336% más que la media de España), a la que sigue Madrid con tres veces más que la media y Valencia con un 138%.
Hay que destacar que el estudio no ha tomado en consideración el estado de las carreteas, de la señalización, los peajes y zonas de tránsito restringido, o la presencia de radares y la facilidad de encontrar aparcamiento.
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