Aunque es el último ejemplo, en los últimos 20 años el número de grandes fortunas realizadas con el dinero de los patrocinadores deportivos que han ido a parar al extranjero no ha parado de crecer.
Los campeones, nuestros campeones españoles del deporte, prefieren establecer su vivienda habitual en el Principado de Andorra, en la colonia británica de Gibraltar o incluso más lejos con tal de evadir su contribución al fisco (Educación, Seguridad Social, Pensiones, Carreteras, Infraestructuras...).
Según publican en el Diari d´Andorra, fuentes cercanas al piloto ni confirman ni desmienten que Marc Márquez haya pedido la residencia al departamento de inmigración del Principado de Andorra. Un trámite que apenas dura unos días, gracias a una excepción de la legislación del Principado por el que se permite acoger a personas “de alto interés cultural, científico o deportivo”, aunque no tengan contrato de trabajo en el país ni hayan vivido nunca allí.
Gracias al competitivo sistema fiscal de Andorra, Márquez solo tendrá que abonar 50.000 euros en concepto de entrada y ya podrá establecerse en el país. Un importe que sin duda le sabrá a poco a un piloto de MotoGP que firmó un contrato con Honda HRC hasta 2016 por el que cobra 10 millones de euros por temporada.
Un sueldo multimillonario por el que ahora solo pagaría impuestos en Andorra, a razón de unos 30.000 euros anuales (el 0,3% de sus honorarios hasta 2018). Fecha a partir de la cual tendrá que contribuir con un IRPF del 10% teniendo en cuenta el nuevo baremo que entrará en vigor. En cualquier caso, es una rebaja considerable respecto al 49% que tendría que pagar “en casa” este año.
Mientras nuestro país se tambalea buscando financiación en los mercados internacionales, grandes estrellas de nuestro deporte como Alberto Contador en 2013, buscaron nueva residencia en Lugano (Suiza), uno de los paraísos fiscales favoritos para los nuevos ricos. En esa misma población de apenas 60.000 habitantes viven otros españoles como Jorge Lorenzo que anteriormente 2006-2007 fue residente andorrano. Dani Pedrosa por el contrario ha preferido el noreste de los Alpes (Nyon). Carlo Moyá prefirió la gran urbe suiza de Ginebra y finalmente un hijo pródigo, Fernando Alonso, regresó a España en 2011 para pagar los impuestos por sus emolumentos en un país muy necesitado de liquidez.
La razón del éxito del estado helvético a la hora de atraer a los grandes deportistas internacionales se haya en una fiscalidad que apenas grava los ingresos de los extranjeros. De ahí que sea uno de los paraísos fiscales preferidos junto con Mónaco.
Arantxa Sánchez Vicario en 2009 representa el caso más conocido de incumplimiento de las condiciones de residencia en Suiza. Un país que exige que se demuestre un periodo de estancia mínimo de 183 días al año, para poder acogerse a sus exclusivas leyes de tributación. Debido al incumplimiento Arantxa tuvo que abonar al estado español 3,5 millones de euros que corresponden a todo lo evadido a Hacienda entre los años 1989 y 1993.
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