Y es que la Navidad se asocia con las campañas de seguridad vial y con el control de alcoholemia. Para evitar multas innecesarias hay que tener presente lo que dice la ley al respecto, no sea que superemos los 0,6 mg/l en tasa de alcohol por aire espirado y acabemos las fiestas con una pena de cárcel.
Hay que recordar que la tasa general de alcohol permitida es de 0,25 mg/l en aire y de 0,5 g/l en sangre, y estos valores se reducen a 0,15 mg/l en aire y a 0,3 g/l en sangre si se trata de conductores noveles y profesionales.
Evitar una multa por alcoholemia es muy sencillo y está en tu mano conseguirlo. Un consejo que es especialmente respetado por los más jóvenes, entre los que cada vez es más habitual ver que uno de ellos no bebe pues le toca conducir.
La proliferación de radares en zonas urbanas con límites de velocidad muy bajos (como los recientemente instalados en Madrid) son otra de las referencias a vigilar a la hora de conducir. Nadie quiere un “retrato” de este cariz bajo su árbol de Navidad.
En este sentido salir un poco antes nos dará más margen de tiempo y podremos conducir más relajados, poniendo el foco de atención en los puntos donde se sitúan los radares. Igualmente, ese margen de tiempo extra nos permitirá buscar aparcamiento en lugar de caer en la tentación de aparcar en doble fila.
Recordemos que en Navidad hay muchos más agentes municipales patrullando las calles y que las sanciones de aparcamiento suelen estar fijadas por la mayoria de Ayuntamientos en el rango máximo de lo que dicta la ley, esto es, 200 euros. Una sanción que se repite en el caso de que con las prisas hayamos cruzado un semáforo en rojo, con el agravante de perder 4 puntos del carné.
Finalmente hablar por el teléfono móvil mientras se conduce es una tentación difícil de evitar en Navidad, pero esta es una de las cinco sanciones que más se imponen actualmente y nos podría costar 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné.
En definitiva, ten presente que en Navidad tu dinero podrían servir para algo más que para regalos y cenas en familia, que las normas sobre el consumo de alcohol se han endurecido, y que los delitos contra la seguridad vial se pueden castigar con penas de cárcel. No seamos el caldo de cultivo de las sanciones de tráfico.
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