Sin embargo desde el 2006 la venta de ciclomotores no levanta cabeza. Desde el máximo que alcanzara ese mismo año en 132.479 unidades matriculadas, las ventas se han ido desangrando hasta las 15.082 unidades de 2013 o las 14.688 unidades del 2014.

¿Cuál es el motivo detrás del cual las ventas actuales apenas supera el 11% de las de hace tan solo ocho años? Las causas se podrían resumir en dos, las nuevas normativas y la disminución de la natalidad que ha dejado a España con menos jóvenes.

Con una natalidad en franco retroceso el mercado natural que adquiría este tipo de vehículos de dos ruedas se ha reducido mucho. Pero además hay que tomar en consideración el encarecimiento de las licencias y el endurecimiento de las pruebas para acceder al carnet de conducir de ciclomotor.

En 2008 se modificaron las pruebas para la licencia y al año siguiente, en 2009, el sector sufrió un desplome próximo al 50%: de 84.000 unidades vendidas pasó a 44.000. Desde entonces la sangría de ventas ha continuado aunque a un menor ritmo. En cualquier caso, el golpe para el sector fabril fue tan contundente que el cierre de factorías y el traslado de la producción a otros países se sucedió con rapidez.

Otros factores auguran que el cambio de tendencia no será temporal y que el ciclomotor está llamado a ser un vehículo de nicho en los próximos años. Los jóvenes actuales ven más placer y recompensa en adquirir dispositivos tecnológicos, como Tablet y teléfonos móviles de última generación, que en conseguir su primer vehículo a motor, según apunta José María Riaño, secretario general de Anesdor. Y por otra parte, con el endurecimiento de las normas de contaminación para los vehículos a motor por parte de la Unión Europea, los fabricantes rehúyen de las “sucias” mecánicas de 2T que utilizan este tipo de vehículos.

Fuente: Anesdor