“Fue uno de nuestros primeros proyectos”, dice María Luis Correira. “Una moto de trial para experimentar muchas ideas”. Nuestro cliente provenía de la cultura custom, y quería que su Bonnie se convirtiera en algo totalmente diferente a lo existente. La idea era simple, “cuando la gente le vea, que no sepan cómo catalogarla”.
Estructuralmente solo ha recibido un depósito fabricado en fibra de vidrio, un subchasis acortado y un asiento a medida. Maria también cuenta con nuevos manillares y puños. Los relojes y los intermitentes originales también se quedaron en el camino, instalándole unos nuevos de carácter más minimalista como pedía el cliente (a pesar de no cumplir estrictamente con la legalidad).
“Él pidió que fuera tan simple como fuera posible en cuanto al equipamiento”, explica Luis “con un aspecto similar al de una motocicleta de cross”. Para lograr aligerar su figura, bajo el asiento se cambió la posición de la batería y la caja del filtro de admisión que pasaron a ser mucho más directos.
Para mejorar su conducción en todo tipo de terrenos se acortó la suspensión delantera y se aumentó su rigidez, actuando simultáneamente sobre los dos amortiguadores traseros. Finalmente los neumáticos son unos Metzeler Tourance dual–sport con una orientación netamente de carretera.
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