Se da por finalizada la etapa de coches camuflados de la Guardia Civil, que buscaban lugares inusuales y en muchas ocasiones peligrosos para esconderse. María Seguí lo ha anunciado este miércoles en su comparecencia ante el congreso de los diputados, a la par que ha señalado que la nueva medida contribuirá a reducir la siniestralidad en las vías convencionales.

Seguí defendió una nueva política de “transparencia en el control de la velocidad” y rechazó que su departamento tenga un afán recaudatorio. Los radares móviles de la Agrupación de Tráfico “serán visibles y de corta duración, ubicados en distintos emplazamientos” y estarán precedidos de un cartel anunciador. “La ubicación de los radares fijos y móviles se hacen visibles, para que se respete el límite establecido”.

En un principio se han establecido unos 600 tramos de la red de carreteras secundarias competencia de la DGT para ubicar estos radares móviles. Una medida con la que se equiparan los radares móviles con los fijos ya situados en las autovías y autopistas.

Es más, la DGT ha afirmado que facilitará a los fabricantes de navegadores los tramos concretos donde se desplegarán los radares móviles. Además los navegadores deberán actualizar su información actual sobre los radares fijos pues estos se están trasladando paulatinamente hacia las carreteras secundarias.

En los próximos meses 30 radares fijos serán transformados en radares de tramo, de manera que obligarán a los conductores a mantener la velocidad controlada durante todo un trayecto de la vía. Además se rebajará los márgenes de tolerancia de los radares bajo el programa "Operativa 7".

Finalmente los radares discernirán entre el tipo de vehículo que controlan a partir del jueves. Este nuevo tipo de radar inteligente detecta el tipo de vehículo y le aplica la legislación vigente en materia de límites de velocidad. Hasta ahora los radares solo sancionaban cuando se superaba el límite legal de la vía independientemente de los máximos permitidos para cada tipo de vehículo.