El sancionado, Fernando Miño, no da crédito a la carta de las autoridades. “Cuando el correo me entregó la carta pensé que sería porque el coche tenía más de diez años y que Tráfico me escribía para notificármelo”, comenta. Pero en realidad era una multa de 200 € por no respetar el artículo 85 del Código General de Circulación que le obliga a guardar un metro y medio de seguridad a la hora de adelantar fuera de poblado a un animal, mientras circulaba por la PO-550 cerca de Meaño (Pontevedra).
“Me están multando como si hubiera adelantado a un ciclista”, protesta Miño.
Fernando Miño no ha recurrido la multa y la ha pagado con prontitud para poder acogerse a la reducción del 50%. Sin embargo, se queja de la presión sancionadora que se está ejerciendo sobre los conductores y la ausencia de la misma para los dueños de los cánidos. “Aquí hay perros sueltos a montones”, por lo que podría haber casos similares en el futuro.
Fuente