Ya conocemos por la prensa la afición del jugador francés por los deportivos y la velocidad. Una afición que lo convierten en un peligro al volante y además reincidente. En febrero del 2013 fue cazado una vez más por un radar de la M-40 cuando circulaba a 216 km/h. En aquel entonces se le impuso una pena de prisión de tres a seis meses, o bien, una multa económica de 6 a 12 meses.

Por supuesto Karim eligió esta última modalidad, pero el importe apenas suponía lo que gasta Benzema en un fin de semana de fiesta con sus compañeros del Real Madrid. Algo que es todavía más evidente en la multa a Romario (ex del Barça) con 400 € por no pasar un control de alcoholemia, o los 321 € del portero Pepe Reina por sobrepasar los límites de velocidad en el Reino Unido con su flamante Porsche 911. Casillas, Piqué, Guti…la lista de ejemplos es interminable.

Eso en Finlandia no ocurriría porque las multas son proporcionales a los ingresos. Por ejemplo, en 2002 un alto ejecutivo de Nokia se vio obligado a pagar 116.000 € por atravesar con su Harley-Davidson a 75 km/h una calle de Helsinki con límite 50 km/h.

No es la única multa “normal” de importe exagerado que se ha impuesto en los países escandinavos. En los últimos días se ha sabido de otra que ha superado los 54.000 € por haber superado el límite urbano de 23 km/h con su automóvil. Se trata del empresario Reima Kuisla que logró en 2013 unos emolumentos de 6,5 millones de euros. ¡No sabemos si el importe incluye ya la reducción por el "pronto pago"!

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