El Mundial de Motociclismo y Dorna Sports, es como la Formula 1 y Bernie Ecclestone, con la salvedad de que MotoGP es hoy en día un negocio fundamentalmente español mientras que la F1 es netamente británica. Aunque no siempre fue así. Hace dos décadas el negocio de las carreras de motos era también mayoritariamente anglosajón, aunque desde hace unos años ha dominado España e Italia.
Sin ir más lejos, Dorna Sports tiene su sede en Madrid con algunas oficinas en Barcelona, y actualmente está dirigida por el italiano Carmelo Ezpeleta, que se encarga de gestionar los derechos de comercialización y explotación de un campeonato que en grandes cifras podría considerarse como el hermano pobre de la Fórmula 1. Además España acoge cuatro Grandes Premios de la temporada (Jerez, Barcelona, Alcañiz y Cheste).
El próximo 29 de marzo en Catar dará comienzo nuevamente al circo de MotoGP, una competición dominada desde hace años por pilotos y equipos españoles. Y, aunque muchos aficionados prefieren echar la vista a un lado, se trata de un negocio que cada vez más pagan ellos. “Dorna paga actualmente 80 millones de euros a los equipos y recauda casi la misma cantidad por los derechos de televisión. Hoy paga directamente el consumidor. Antes, la mayoría de los ingresos procedía de la publicidad”, enfatiza Ezpeleta.
“El futuro del deporte pasa por las plataformas de pago y unas retrasmisiones de calidad”, añade Manel Arroyo, director general de Dorna.
Pero a la publicidad y los sufridos aficionados también hay que sumar lo que pagan los circuitos. El Circuito de Barcelona-Catalunya, por ejemplo, paga casi 9 millones de euros por acoger el Gran Premio de Catalunya. Además Dorna tiene acuerdos comerciales con 70 licenciatarios diferentes y comercializa 1.000 productos de merchandising distintos.
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