La dirección también ha informado de la necesidad de realizar un ERE temporal para el resto de trabajadores, de entre 6 meses y un año de suspensión, acompañado de una reducción salarial.
La compañía gerundense trata de este modo de lidiar con la difícil situación financiera por la que atraviesa, que le llevó en enero a presentar el preconcurso de acreedores en los juzgados mercantiles de Girona para tener margen de reestructuración de su deuda.
A causa de la deuda financiera que acumula la planta cesó su producción a principio de año, e incluso ha afectado a los inventarios de recambios para los usuarios de Gas Gas. Para poder salir de la situación necesita nuevas inversiones por valor de 5 millones de euros.
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