Sabemos que en los últimos diez años la Seguridad Vial es un foco importante de atención en muchos países europeos. Al fin y al cabo la siniestralidad es más fácil de reducir que el paro y de lo hablamos es de vidas humanas salvadas. El carné por puntos, las campañas de sensibilización y control, los radares…han terminado por calar en los conductores.
Las malas noticias llegan ahora por el lado del estancamiento o incluso el retroceso en la tendencia de la siniestralidad de los últimos años. Venimos de tasas de descensos del 8% anual en el conjunto de la Unión, pero esa cifra ha disminuido en el último ejercicio a un tímido 1%. Resulta evidente que hay que adoptar nuevas medidas para mantener el ritmo de descensos.
La comisaria europea, Violeta Bulc, dijo que es el momento de actuar y que “se debería establecer por primera vez un objetivo para reducir las lesiones graves en carretera a la mitad de las contabilizadas en el 2010 y una estrategia para alcanzar dicho objetivo”.
El próximo estudio determinará las principales causas de los accidentes y permitirá a la Comisión presentar propuestas que redunden en los estándares de seguridad de los vehículos, que revise la formación de los conductores profesionales, la seguridad de las infraestructuras o incluso que imponga la frenada automática (sic) en los vehículos.
Fuente