El objetivo de la medida es reducir la brecha existente entre el costo de adquirir una de estas unidades eléctricas y los modelos equivalentes de gasolina. Esta diferencia de precios continúa siendo muy elevada lo que frena el despegue de la moto eléctrica.
De hecho el gasto de adquisición, es uno de los parámetros que más miran los futuros compradores de una motocicleta. Para impulsar la movilidad eficiente y respetuosa con el medio ambiente hay que ayudarla como se está haciendo en el Reino Unido con 1.500 libras, unos 2.060 euros por vehículo.
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