El director del Servei Català de Trànsit (SCT), Joan Josep Isern, he explicado en una entrevista realizada para Europa Press que las autoescuelas “deberían pasar a ser los centros de protección de riesgos laborales viales, y esto actualmente no es así, están muy dejadas de la mano de la Dirección General de Tráfico (DGT) porque no está potenciando este tipo de formación".
La motivación última detrás del sello de calidad es frenar la proliferación de autoescuelas “low cost” cuyos precios “excesivamente bajos” redundan en una falta de calidad en la enseñanza.
De este modo las autoescuelas que quieran obtener el sello de calidad deberán presentar su solicitud a través de un modelo normalizado, junto con la documentación correspondiente en la el SCT.
Para poder optar al certificado los vehículos de enseñanza deberán tener una antigüedad inferior a seis años, y preferentemente, ser vehículo de bajas emisiones de CO2.
El programa formativo deberá incluir una formación teórica con un mínimo de horas presenciales en cursos de seguridad vial y al que deberá asistir al menos un 40% de los alumnos. Mientras que la autoescuela tendrá que tener su propio programa de formación interno con al menos un profesor formado específicamente y que se recicle cada cinco años.
Finalmente, los centros deberán contar con una memoria de actividades donde se especifique el número de alumnos y el porcentaje que ha participado en los cursos de seguridad vial.
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