Tras sacarla de su jaula de hielo, la torturada moto fue a los talleres de preparación de Stonetown donde se procedió el lento proceso de resucitación: limpiado, secado, llenado de líquidos, gasolina, aceite, nuevo filtro, nueva batería y rummm!!!
Quizá a muchos les sorprenda el desperdiciar una moto para tenerla cuatro años encerrada en hielo, pero es que este modelo de Polaris había tenido una vida muy agitada desde sus comienzos. No solo marca 300.000 kilómetros en su odómetro, sino que además ha sido moto de pruebas, y fue importada a Europa para ser utilizada como modelo para enseñar cómo se repara su motor. Lo cual significa que fue desmontada en cientos de ocasiones.
¡Ahora entendemos por qué Victory ofrece cinco años de garantía en su gama de motocicletas!
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