La intención es aplicarlo de forma puntual, en determinados tramos y horarios en fines de semana para evitar los accidentes con los usuarios más vulnerables de la vía, los ciclistas y peatones.
La medida se pondrá en práctica en junio en algunas comunidades autónomas, según ha anunciado la directora general de Tráfico, María Seguí, durante la toma de posesión del nuevo jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa.
Los tramos designados se considerarán de carácter recreativo, especialmente los fines de semana, por lo que los vehículos motorizados verán su velocidad “sensiblemente reducida”. "Es una reducción de velocidad de carácter variable, para dar oportunidad a que coexistan en la carretera de forma más pacífica diferentes tipos de usuarios", ha explicado. "Tenemos que acomodarnos a una población que cada vez más quiere retomar la posibilidad de caminar o ir en bici tranquilamente por la ciudad",
Hasta el momento se ha realizado un experiencia piloto que ha demostrado su viabilidad y que demuestra un impacto “muy positivo”, por lo que la DGT quiere ir más allá e implantar la medida en las ciudades donde trabaja con los ayuntamientos para que se sumen a la iniciativa y modifiquen la velocidad máxima “de manera acorde a las necesidades actuales”.
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