Cada uno de los integrantes de la banda tenía su cometido; unos señalaban los objetivos, otros ejecutaban el robo y otros lo vendían. En uno de sus golpes realizado en un garaje de la calle Pumbales de Arteixo del 3 julio de 2005, tres de los acusados localizaron una moto Suzuki de alta gama en el lugar, otros dos imputados ofrecieron pagar 1.500 € por el vehículo, y otros cuatro realizaron el robo por la noche accediendo al garaje familiar.
Este modus operandi de robos con asalto de viviendas lo aplicaron en varias ocasiones en casas de Arteixo, Culleredo, Oleiros, A Coruña y Cambre. Solo en algunos casos se consiguió recuperar las motocicletas robadas por los agentes de la policía.
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