La prohibición es total, por lo que nadie que circule por la vía pública, incluido los ciclistas podrán utilizar este tipo de dispositivos. El motivo del endurecimiento de las sanciones hay que buscarlo en un intento de las autoridades francesas por reducir la siniestralidad y el número de víctimas mortales en las carreteras. Y en especial, por reducir los accidentes causados  por conductores distraídos con sus teléfonos móviles.

Alrededor del 10% de las víctimas de la carretera están relacionadas con el uso de teléfonos móviles. Esta nueva medida invita a todos los poseedores de un automóvil a instalar un sistema de manos libres para no estar expuesto a la correspondiente multa.

Sin embargo los motoristas lo tienen aún más difícil, porque deben de contar con sistemas que no se introduzcan dentro del oído y a pesar de ello, se oigan decentemente. Ese es justamente el tipo de intercomunicadores que montan fabricantes de cascos como Nolan, Schuberth y Shark entre otros, que al no introducirse en el oído seguirán siendo legales.

Aquellos conductores (incluidos ciclistas) que sean sorprendidos utilizando auriculares serán multados con 135 € y tendrán una detracción de 3 puntos en su carné de conducir.

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