Al parecer, durante una revisión rutinaria del sistema de alimentación, KTM ha encontrado un defecto en el proceso de fabricación por parte de un proveedor de la marca, que pueden desembocar en una pérdida de combustible.
El problema se localiza concretamente en el tubo rebosador interno, fijado mediante tres piezas recortadas, que en algunos depósitos no está completamente aislado con plástico. Esto posibilita que se filtre combustible por las roscas y que esto derive en pequeñas pérdidas de gasolina.
Aunque el proveedor del tubo ya modificó su sistema de fabricación durante 2014, puede haber unidades entregadas que padezcan la citada anomalía. Por ello se invita a los propietarios a acercarse a cualquier Concesionario Oficial de KTM para que le sea facilitada información más detallada al respecto. Además se recuerda que en caso de necesitar reparación, esta será gratuita.