Pero desde la DGT se desmiente que quieran utilizarlos en ese sentido. El subdirector de Gestión de la Movilidad de Tráfico, Jaime Moreno, ha asegurado durante la jornada `Tecnología e Innovación en la seguridad vial´ que “la DGT solo quiere usarlos en positivo, no tienen ninguna intención de controlar a los vehículos a trasvés de esta tecnología”.
Aunque, matiza, el `geotracking´ (seguimiento por GPS de los vehículos) podría desarrollarse para intercambiar información entre los vehículos sobre su presencia, lo que serviría para prevenir a otros conductores sobre la existencia de obstáculos en la calzada.
Además podría utilizarse para que las aseguradoras hagan un seguimiento del conductor y ofrezcan un precio más reducido en función del uso del vehículo. Aunque, asegura Moreno, estos servicios deberán ser siempre voluntarios y suponer un beneficio mutuo para la empresa y para el conductor. La tecnología debe entenderse como un “aliado” de cara a reducir la siniestralidad y la mortalidad en las carreteras españolas.
En ese mismo sentido se pueden utilizar los propios smarphones de los peatones y ciclistas, que al igual que el sistema eCall del automóvil, pueden servir para que envíen a los vehículos que se acercan la posición, advirtiendo de su presencia.
Coche autónomo: el ser humano comete 3 errores cada 10 km
En relación a la futura implantación del coche autónomo, Francisco Paz –director de proyectos de PONS Seguridad Vial - indica que su llegada está más próxima de lo que se cree. Hasta el momento los accidentes en los que se han visto implicados coches autónomos han tenido la culpa los demás vehículos.
“Hay estudios que indican que el conductor ha de tomar 12 decisiones por cada minuto, por cada 10 km comete tres errores y cada 800 sufre alguna vez riesgo de accidente. Tenemos recursos psicológicos que nos ayudan a superar todo esto, aunque nuestro sistema perceptivo tiene limitaciones y no siempre podemos prever lo que van a hacer los demás o cometemos errores calculando las distancias".
Por ello, mientras esperamos a que llegue toda la ayuda electrónica en ciernes (el eCALL será obligatorio en todos los vehículos nuevos a partir del próximo mes de octubre y, a partir de 2018, en todo el parque automovilístico), el futuro pasa por la formación continuada de los conductores y por las campañas de seguridad vial.
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