El regreso de Suzuki a MotoGP hacía sospechar un aluvión de novedades deportivas desde Hamamatsu. En el corto plazo esperamos la renovación de la GSX-R 1000, con un nuevo motor que le permitirá alcanzar los 200 CV, con cigüeñal crossplane y distribución variable, la tecnología del automóvil que mostró por primera vez la Ducati Multistrada y que monta Honda desde hace algunos años.
Obviamente la moto estará equipada con toda la electrónica más actual, desde el control de tracción, mapas de motor seleccionables y ABS en curva. La presentación oficial podría llegar en el próximo EICMA de Milán, y podría traer una sorpresa adicional… un modelo de aspecto muy parecido pero mecánica de iniciación de solo 250 CC.
La GSX-R 250, si se confirma, heredará la estética de la hermana mayor, pero no nos engañemos, el modelo se reservará casi en exclusiva al mercado japonés.
En cualquier caso, el rumor hay que tomarlo como lo que es, una mera especulación por parte de unas de las revistas con peor tasa de aciertos de los últimos tiempos. Al fin y al cabo, Suzuki es la marca japonesa que más le está costando salir de la reciente crisis económica, y los modelos superdeportivos tienen un mercado muy estrecho, por lo que es dudoso que se embarque en tal aventura cuando las cuentas de la compañía aún tiemblan trimestre a trimestre.