Según la NHTSA, Triumph no ha presentado los informes trimestrales sobre la solución de problemas de fabricación detectados en sus modelos. En concreto se cita la llamada a revisión relacionada con un defecto de fabricación detectado en septiembre del 2014.
El defecto presente en unas 1.300 motocicletas afectaba a la dirección, que la volvía imprecisa y podía causar accidentes. Aunque Triumph lanzó la correspondiente llama a revisión a sus clientes y lo comunicó a la NHTSA, no informó posteriormente de la evolución en las reparaciones, ni entendió a requerimientos posteriores del organismo.
El fabricante británico admite ser culpable de violar la Ley de Seguridad al no presentar los informes trimestrales de reparación de incidencias, así como al no presentar ante la NHTSA copias de los avisos, boletines de servicio y otras comunicaciones que exige la ley.
Por todo ello Triumph tendrá que abonar una multa de 1,25 millones de euros y tendrá que invertir 447.000 € en mejorar sus prácticas y procedimientos en relación a la seguridad de sus productos. Una multa de 893.000 € queda pendiente de si Triumph viola la orden de consentimiento o si aparecen nuevas violaciones de la Ley de Seguridad.
La orden de consentimiento se refiere a la necesidad de contratar a un consultor independiente para auditar las prácticas específicas de seguridad de la compañía.
"Los fabricantes deben cumplir con sus obligación de informar. La ley lo requiere, y la seguridad pública lo exige. Cuando las empresas no cumplen con estas obligaciones, vamos a hacerlos responsables", comentó el secretario de Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx.
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