Como pudimos comprobar el 20 de agosto de 2013 con el accidente de Cristina Cifuentes, hoy presidenta de la Comunidad de Madrid, la mayor parte de los siniestros se producen cuando los vehículos cruzan de la calzada central a las laterales, según la información que publica ABC. Desde 2006 - fecha en la que se habilitó el carril-Bus para el tránsito de motocicletas y ciclomotores - a 2014 se registraron 280 accidentes de tránsito con vehículos de dos ruedas involucrados en el tramo comprendido entre la plaza de Lima y Cuzco.

La alta siniestralidad se deriva de una deficiente visibilidad de las motocicletas en los cruces, pues resultan más difíciles de detectar que los autobuses o taxis que circulan habitualmente por el carril. Y ese déficit de visibilidad se magnifica porque para incorporarse al carril central y lateral de la Castellana se tiene que cruzar sin remedio el carril-Bus.

Para salvar el ángulo muerto de los vehículos que se disponen a girar, es necesario que el conductor mire por encima de su hombro, una maniobra que no suelen realizar los conductores despistados. Si a este problema añadimos la rápida circulación de los vehículos de dos ruedas, se entiende la estadística negra de dicha intersección.

El factor de velocidad es una de las cuestiones más criticadas de la medida aprobada en 2006 por el equipo consistorial, pues el carril-Bus carece de radares mientras que el resto del Paseo de la Castellana está limitado a 50 km/h. De ahí que desde la Policía Municipal se pida que el permiso de tránsito por dicho “enclave de concentración de accidentes” sea anulado para el caso de las motocicletas. Una medida que sin duda cuenta con el apoyo de Cristina Cifuentes, que ya se declaró en su día contraria a la circulación de motos por el carril-Bus.

Fuente