“Estimados Moteros:
Es un placer escribirles este correo, soy ciclista habitual, tanto en BiciMad como en mi bicicleta particular.
Ayer tuve una colisión lateral con la biciMad al atravesarse un conductor, al no darme tiempo le golpee con la rueda delantera, gracias que no iba muy deprisa.
El conductor intentó darse a la fuga, menos mal que un chico que iba en la moto le cortó el paso y me asistió, cosa que el conductor ni bajó.
Siempre digo que no todos los motoristas son iguales, he aquí el caso que relato y mi agradecimiento al colectivo, por que sabéis que somos frágiles ante el tráfico, da igual que vayamos en bici que en moto.
Un saludo y cuidado al salir.”
No puedo más que agradecer a Diego, que así se llama el ciclista, que nos envíe este correo, y no porque me parezca extraña la acción del motorista, más bien al contrario, cualquier motero que se precie de serlo hubiera hecho lo mismo y no le resultará extraña tal acción, sino porque el hecho de que estas cosas se sepan y se agradezcan ayuda a que sepamos que también hay buenas acciones ahí fuera, que la solidaridad entre todos es básica y que si todos colaboráramos en ayudar al que lo necesita y nos viéramos como personas y no como “grupos enemigos” (coches, bicis, motos, camiones…), a buen seguro que habría menos accidentes y a todos nos iría mejor.
Por eso solo puedo decir ¡Gracias Diego!
En cuanto a los sinvergüenzas que huyen tras un accidente, no se si saben que aparte de lo repugnante de su acción, están cometiendo un delito del artículo 195 del Código Penal que les puede costar la irrisoria pena de 6 meses a 4 años de prisión.
Siempre me ha parecido una pena ridículamente escasa para el tamaño del delito y de la inmoralidad que supone provocar un accidente y dejar a las víctimas tiradas y sin ayuda.
Gracias a ciudadanos como este motero valiente, que atraviesa su moto delante del coche con riesgo para su propia vida para evitar que el sinvergüenza huya, la mayoría de los cobardes son pillados y condenados, pero también estoy seguro que si la pena fuera de 10 años de prisión y la DGT dedicara alguna de sus campañas a informar sobre la gravedad de este delito, el número de delincuentes cobardes disminuiría considerablemente.
Desde estas líneas animo a todos a que nos pongamos siempre en el lugar del otro, a que cuando vamos en coche pensemos en cuando vamos en bici o en nuestros hijos yendo en bici; cuando vamos en bici pensemos en cuando vamos en coche o moto y cuando vamos en moto pensemos en cuando conducimos coche o montamos en bici.
Estoy seguro que solo con este sencillo ejercicio, todos circularemos más seguros.
Un saludo en V.
Juan Manuel Reyes Martínez
Presidente
Asociación Mutua Motera