Manuel de Santiago, portavoz del CSIF, ha trasmitido la sensación de “maltrato y abandono” que sufren los 700 examinadores por parte de la Administración. Y buscan sensibilizar a la sociedad ante los abusos que sufren a diario, y que incluyen insultos o agresiones físicas.
Por ello demandan más seguridad, algo que consideran “fundamental” y “una cuestión de dignidad”, por lo que solicitan que los resultados de los exámenes no se informen `in situ´, pues en muchos casos el examen termina en “zonas apartadas, descampados o polígonos industriales”, que es terreno abonado para los excesos verbales y de todo tipo.
A pesar de que el número de agresiones respecto al número de exámenes – en torno a un millón- que se realizan al año es pequeño, Santiago señala que “una sola agresión ya es injustificable”. Por ello indica que aunque ya se ha reunido en una ocasión con María Seguí, “no se ha solucionado nada” en torno a sus reivindicaciones. Entre otros puntos, piden que se incremente la plantilla de examinadores (entre un 10 y un 15% más), y que se aumente el sueldo por la vía de los complementos específicos para compensar la “penosidad y peligrosidad”.
Mientras la solución llega, hay convocada una movilización el 21 de octubre ante la sede de la DGT de Madrid.
Fuente: CSIF