El alcoholímetro es capaz de detectar la tasa de alcohol en sangre, pero si el conductor ha consumido marihuana o cualquier otro estupefaciente las pruebas necesarias son más complejas. Con esta idea en mente Reddy pensó que en todos los casos se produce una acusada dilatación de las pupilas del ojo humano, por lo que midiendo el grado de dilatación se podría saber si han consumido drogas.
Bajo esa premisa, Reddy se ha presentado a un concurso estadounidense, que anualmente busca quiénes son las mayores promesas de jóvenes científicos del país. Y no le ha ido mal, pues Reddy ha logrado colarse entre los diez finalistas utilizando elementos muy comunes de nuestra vida diaria para construir su detector.
El funcionamiento es realmente sencillo: la luz de la linterna es enfocada hacia el ojo atravesando un tubo de papel (higiénico), mientras que la cámara graba la reacción de nuestras pupilas. Una vez recogida la información, utiliza un software de fabricación propia que mide el efecto, y valora si el conductor está capacitado para conducir.
En palabras de Reddy “sentía la necesidad de crear un aparato capaz de detectar más y mejor el efecto de las drogas y el alcohol que un simple alcoholímetro para que puedan prevenirse muchos de los accidentes de tráfico”.
Fuente