El informe publicado esta semana ofrece cifras del coste de los accidentes en nuestro país. Junto con las 1.680 víctimas mortales, los 89.419 accidentes del 2013 costaron 9.640 millones de euros (el 0,94% del Producto Interior Bruto). La mayor parte de los gastos se debieron a la atención sanitaria a las víctimas (10.086 personas hospitalizadas y 114.634 heridos leves).

El problema de la siniestralidad conlleva  “un coste significativo para la sociedad”, según remarca la institución internacional. Que remarca que el mayor coste se debe a la hospitalización, con 4.190 millones de euros, seguido por el coste derivado de la atención a los heridos 3.140 millones y a las víctimas mortales 2.310 millones. Dentro de los costes no se han incluido los daños a la propiedad privada.

Pese al importante coste económico, la bajada de la siniestralidad con respecto al ejercicio 2012 supone un reducción del 9% en los costes económicos, pasando de 10.490 millones de euros a 9.640 M€. Y aún mayor si se compara con los costes de 1.999 cuando la alta siniestralidad le supuso al estado un coste de 14.480 M€.

Unas cifras que aunque altas suponen solo una fracción del coste de los accidentes de tráfico en países del entorno como Francia (37.300 M€, 1,7% del PIB), Alemania (32.500 M€, 1,2% PIB) e Italia (24.340 M€, 1,6% PIB).

Alarma por la incidencia de los estupefacientes en la siniestralidad

Aunque en el informe se reconocen los avances en materia de seguridad vial de la última década en España, se incide en que el 12% de los conductores reconoce haber conducido bajo los efectos del alcohol o las drogas, o que según el Instituto Nacional de Toxicología, el 39% de los conductores muertos había consumido algún tipo de estupefaciente en 2014.

Al consumo de drogas le siguen en concurrencia, el exceso de velocidad “22% de los accidentes mortales”, y las distracciones “38% de los accidentes con heridos”.

Fuente