Amén de las medidas de prohibición del transporte privado, en el Protocolo Anticontaminación también se contempla la gratuidad del transporte público. Esto supondría para los madrileños un coste de casi dos millones en billetes y otros dos si los usuarios habituales del abono transporte reclaman la devolución de la jornada “gratuita”.
Por tanto el transporte público solo sería “gratuito” en el momento de abonar por el trayecto, pero su sobrecoste repercutiría sobre todos los madrileños vía impuestos. Los números son concluyentes, cada día de transporte gratuito se dejará de recaudar 1,4 millones en billetes de la EMT (autobuses interurbanos y metro), a lo que hay que sumar 49.000 euros en concepto de horas extra a los trabajadores. Pero el coste se doblaría si los actuales usuarios del abono de transportes solicitan la devolución de las jornadas en las que el transporte público es gratuito.