Lamentablemente la DGT se oye más por la estrategia que adopta su dirección, que por la labor diaria e imprescindible de sus profesionales y en estos días tenemos un claro ejemplo de ello.

Resulta que la respuesta que da la Sra. Directora de la DGT, Dª María Seguí, a la debacle que se está produciendo con los motoristas de este país en la carretera, es hacer una campaña, la enésima, de persecución y control de motoristas.

Esta vez toca a los compañeros de Andalucía, Ceuta y Melilla y van a controlar la velocidad, el respeto a la normativa de adelantamientos, el consumo de alcohol y drogas, el uso del casco y la documentación.

A cualquiera que no sepa de qué va esto, le puede parecer hasta lógico, el problema es que no se entiende muy bien por qué estas cosas se tienen que controlar del 13 al 15 de noviembre y no el resto del año, no se entiende por qué la DGT se empeña en controlar con campañas intensivas y no como trabajo habitual. Quizá sea porque el resto del año Dª María tiene a los agentes apostados detrás de un radar y sin poder hacer otra cosa que no sea recaudar.

Lo sorprendente de esto es que se empeña en controlar específicamente a los motociclistas si corremos mucho o conducimos drogados o bebidos, cuando la propia DGT ha reconocido tras múltiples estudios y campañas realizadas, que los motociclistas en general (siempre hay excepciones), somos los que menos corremos (sí, esto lo ha demostrado la DGT en sus estudios de velocidades medias), y los que menos problemas tenemos con la bebida y la droga (menos del 0,8% de los moteros que conducen lo hacen bajo la influencia de este tipo de sustancias frente, por ejemplo, al 12% del resto de conductores).

Por otra parte, está claro que tener la documentación en regla es muy importante, pero si la intención es reducir la siniestralidad, no entendemos en qué mejora esto mi seguridad.

También estamos de acuerdo en que el casco es imprescindible para nuestra seguridad y por suerte es ya de uso generalizado en casi toda España. Entre los sitios donde aun se ve mucho descerebrado sin él, es precisamente en algunas zonas de Andalucía y lo digo yo que soy de la tierra y los veo. Pero esto no se arregla con una campaña de tres días, esto se arregla controlando todos los días a los que van sin casco. Por eso me da la risa cuando se dice en el comunicado que las policías locales prestarán especial atención a esta campaña, cuando esas mismas policías hacen la vista gorda el resto del año.

La propia DGT reconoce que en la anterior campaña, de las 9414 motos controladas, apenas el 5% habían cometido alguna infracción, que la infracción más común era la de no tener la ITV pasada (134 motos), la segunda infracción más cometida fue la de realizar un adelantamiento antirreglamentario (41 motos) y la tercera, circular sin seguro obligatorio (40 motos), es decir que de las cerca de 10.000 motos controladas, solo el 0,44 % había cometido una infracción grave que ponía en riesgo la seguridad vial, adelantar incorrectamente. La velocidad, las drogas y el alcohol ni se mencionan porque insisto, no son problemas del colectivo motero.

Y por supuesto que conste que con esta crítica no estamos defendiendo a los infractores sino todo lo contrario, quien ponga en riesgo nuestra seguridad, vaya en moto, en coche o en bici, que pague por ello y que lo retiren de la circulación si es necesario. Lo que no tiene sentido es hacer lo que se hace si de verdad se quiere reducir la siniestralidad de los motociclistas.

Bien compañeros, pues esta es la respuesta que da nuestra querida directora a la masacre de motoristas que se está produciendo este año en nuestras carreteras, por supuesto ni convoca el Grupo de Trabajo 52 para tratar el tema, ni se habla con los colectivos, ni se hace nada de nada más que dar palos de ciego, eso sí, palos a la víctima, al colectivo sufridor del desastre de seguridad vial que vive nuestro país.

Juan Manuel Reyes
Presidente
Asociación Mutua Motera