Intersecciones, trazados antiguos, incorporaciones situadas al mismo nivel, tramos montañosos, curvas, necesidad de invadir el sentido contrario para adelantar… uno de cada tres fallecidos del pasado verano se produjeron en los 1.314 tramos de carreteras identificados como peligrosos, por lo que se pone en marcha la campaña con el objetivo de conseguir comportamientos más seguros y una reducción de accidentes.
En la campaña se tendrá una especial vigilancia al consumo de alcohol o drogas, además de la velocidad, los adelantamientos indebidos, la utilización del teléfono móvil, la ITV o la documentación del vehículo.
El pasado año fallecieron en carreteras convencionales 957 personas, lo que representa el 74% del total de víctimas mortales ocurridas en vías interurbanas, que ascendió a 1.247. Además, otras 3.813 personas resultaron heridas que requirieron ingreso hospitalario por accidentes ocurridos en estas vías.
Fuente: DGT