Según recoge La Opinión de Málaga, el procesado trabajaba entre las tres de la tarde del 6 de diciembre de 2012 y las cuatro de la jornada posterior en la comisaría Norte. Durante su horario de trabajo y “con ánimo de menoscabar la propiedad ajena”, el agente de policía cortó el cable de embrague de ocho motocicletas BMW e inutilizó el sistema de arranque con silicona de otros cinco scooter propiedad del Ayuntamiento de Málaga.
Los desperfectos a los vehículos de la Policía Local de Málaga tasados en 1.191,16 euros, dejaron a la flota totalmente inservible para el desempeño de la labor de la policía en el acto de celebración de la maratón.
La acción de sabotaje podría estar relacionada con la actuación en 2012 de grupos policiales locales que protestaban en la calle contra el plan municipal de ajuste. En aquella ocasión, decenas de agentes locales protagonizaron un altercado callejero con el propio alcalde y los concejales.
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