El nuevo motor bicilíndrico ocho válvulas de 900 CC y refrigeración líquida, está ideado para superar la más exigente normativa de emisiones Euro4. A pesar de su modesta potencia, la curva de par motor es sumamente plana, el par motor entre 2.000 y 5.000 rpm es un 18% superior al modelo precedente, con un par máximo a tan solo 3.200 rpm.
La Steet Twin puede presumir de adoptar una serie de equipamientos modernos, como el ABS, control de tracción, acelerador pilotado ride-by-wire, embrague asistido o puerto de recarga USB bajo el asiento.
Un asiento, que por cierto, está situado a tan solo 750 mm del suelo. Esto la convierte en un gran modelo para aquellas tallas más bajas y para los poseedores del carné A2 que gusten de llegar con ambos pies al suelo.
El asiento es cómodo y el manillar está situado en una posición relajada para encontrar la posición ideal del piloto. Su concepción mecánica es la de una motocicleta tranquila, su freno de disco sencillo delantero así lo aseguran, pero el sonido de escape ha sido muy estudiado. El escape de la Street Twin no solo cumple con la reglamentaria norma Euro4 también tiene un sonido que se aleja del de un hámster asmático.
El sonido es ahora el clásico esperable en una moto de origen británico; burbujeante a bajas revoluciones y rugidor conforme incrementamos las revoluciones. Los 198 kg no son excesivos para una naked de su cilindrada y el gran par motor nos permite moverlos con solvencia hasta los 160 km/h.
Otras de sus grandes ventajas es la reducción de precio, 8.800 €, tres mil euros menos que el modelo precedente. Sin duda es la más accesible de las Bonnies, pero aun así es claramente más cara que otros modelos de la competencia como la Yamaha XSR700 o la Ducati Scrambler. Claro que el toque de distinción británico se puede considerar un extra que en la Street Twin viene de serie.
Fuente: Triumph