Las vías secundarias acaparan el 81% de los fallecidos en accidentes de tráfico. El año pasado supuso 913 muertos, 45 más que en 2014. La DGT quiere frenar esta alarmante tendencia mediante la ampliación de las medidas de vigilancia, lo que incluirá más radares y cámaras especiales, con capacidad para verificar si el conductor lleva puesto el casco, el cinturón, o habla por el móvil.
Si en febrero de 2015 Tráfico decidió trasladar todos sus radares móviles a las carreteas convencionales, en este nuevo año realizará un movimiento parecido con dos novedosos instrumentos de control.
Seis nuevos radares de tramo
La directora general de Tráfico, María Seguí, ha confirmado que saben ya las carreteras, pero que falta por concretar los tramos exactos donde vigilarán en la primera fase de pruebas. En función de su desempeño podría haber nuevas ampliaciones del plan en más tramos. Los seis tramos confirmados hasta el momento son la N-120 (León), N-125 (Zaragoza), N-550 (A Coruña), N-525 (Ourense), y RM-332 y RM-603 (Murcia).
Cámaras de vigilancia de infracciones
La segunda gran medida será el Gran Hermano de las carreteras convencionales. Un sistema de cámaras especiales, similares a los cinemómetros, que son capaces de detectar conductas de riesgo como los que conducen sin el cinturón de seguridad, hablando por el móvil, etc. Estos dispositivos graban vídeo a alta velocidad (50 imágenes por segundo) y se instalarán en 70 tramos adicionales.
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