El vehículo autónomo de Google, un Lexus SUV, se encontraba realizando un giro a la derecha cuando se topó con un conjunto de sacos de arena que le bloqueaban el paso. Tras detenerse por unos instantes y esperar que el resto del tráfico disminuyera su velocidad, trató de virar de nuevo para volver al centro “libre” del carril golpeando en la maniobra a un autobús urbano.
En el siniestro no hubo ningún herido, el autobús circulaba en ese momento a 24 km/h, y el golpe del vehículo autónomo contra su lateral ha sido a tan solo 3 km/h, pero abre el debate sobre la posibilidad de coexistencia entre vehículos autónomos y vehículos tradicionales.
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