La AEB ya se utiliza como parte del equipamiento en algunos vehículos actuales. Para su funcionamiento utiliza los sensores de radar del propio automóvil, tales como cámaras o láser, para detectar vehículos que se acerquen. En una primera instancia el sistema avisa al conductor del riesgo de colisión, en caso de no haber una rápida respueta, el sistema actua de forma autónoma accionando directamente los frenos y la dirección del vehículo para realizar una acción evasiva que evite el accidente o su gravedad.

La implantación masiva de los sitemas AEB supondrá el primer paso dentro de los sistemas ADAS de ayuda a la conducción que toman el control total del vehículo durante un lapso de tiempo. Su implantación total supondrá un desafío a nivel comercial pues aún deben ajustar los costes y ser homologados para conseguir la autorización de la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico (NHTSA) y el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) de los Estados Unidos.

“El compromiso adquirido hoy tiene el potencial de salvar más vidas que cualquier otra cosa que podamos desarrollar en los próximos seis años”, afirmó la presidenta y directora general del Consejo Nacional de Seguridad, Deborah A.P. Hersman.

Entre los fabricantes de automóviles que han aceptado el compromiso se encuentran marcas europeas como Audi, BMW, Jaguar, Land Rover, Porche, Maserati, Mercedes-Benz, Volkswagen y Volvo.

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