Aprovechando el conocimiento sobre la materia de Sillicon Valley, Yamaha Motor ha realizado una inversión de 20 millones de dólares para crear una nueva compañía que investigue los últimos avances en robótica y drones aplicados a la conducción de motocicletas.
A esta nueva compañía creada el verano pasado se suma la inversión de 2 millones de dólares adicionales en la startup estadounidense Veniam que cuenta con experiencia en la comunicación inalámbrica entre vehículos.
El director ejecutivo de Yamaha, Hiroyuki Yanagi, dijo tras su adquisición que “no es algo que resulte apremiante, pero quiero asegurarme de que vamos a estar en la vanguardia de la carrera”. Hasta el momento conocíamos los pasos de Yamaha con el robot “piloto probador” o Motobot. Pero Yanagi no cree que las motocicletas vayan a ser totalmente autónomas en un futuro.
“Nuestro objetivo actual es ver la forma de que podamos ayudar al conductor. Los motoristas pueden estar más seguros si la máquina se maneja de forma autónoma y se puede utilizar la inteligencia artificial para la selección de la ruta”.
Parte de esta nueva filosofía ya se puede apreciar en la R1, una motocicleta de carreras de gama alta que cuenta con multitud de sensores y tecnología para controlar los derrapes, los frenos y otros movimientos.