El pegamento patentado por Google, es un sistema de seguridad adhesivo que une al peatón y al coche para evitar que rebote y acabe tendido en la calzada con un daño aún mayor.
El sistema de Google no utiliza airbags en el capó del coche como ocurre con otros fabricantes de automóviles, sino que emplea una capa adhesiva instalada en los paneles laterales del capó y la parte delantera.
Esta capa adhesiva podría estar protegida habitualmente por un recubrimiento delgado diseñado para desplegarse en caso de impacto. Al expandirse el adhesivo se fija al peatón al capó firmemente, evitando el atropello secundario que podría sufrir al ser devuelto a la carretera.
Queda por ver diversos detalles, como ¿qué ocurre si lo que se adhiere es la piel de la cara? o peor aún, ¿qué pasa si el coche cae por un puente tras atropellar al peatón? Como suele suceder con muchas otras patentes, esta podría quedar guardada en un archivador por muchos años.
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