Durante el año 2011 han fallecido en nuestras carreteras hasta el mes de septiembre incluido 198 compañeros motoristas, 14 más que el año pasado en el mismo periodo de tiempo, si utilizamos la misma fórmula de cómputo en carretera y a 24 horas que utiliza la DGT para la lectura de indicadores.
Desde el año 2008 que habíamos iniciado un descenso de la mortalidad de compañeros por accidente hasta el año 2010, no se había localizado repunte alguno que nos hiciera elevar nuestra alerta. Hoy sabemos que la tendencia invertida (al descenso) de nuevo se ha invertido (al alza).
¿Qué nos puede estar pasando? Para el debate, esperando ser perdonado por aquel que considere que debo ser castigado, dejo algunas reflexiones, utilizando la escasa diplomacia que mi educación me ha otorgado.
Descenso en la inversión en mantenimiento
El presupuesto proyectado para el año 2011 en materia de carreteras por el Ministerio de Fomento, institución que tomamos como ejemplo de análisis por sus deficiencias en la red viaria entre otros factores, supone el 20% del total, mientras que en el ferrocarril es del 60%.
De ese 20%, tan solo el 36 % se destina a conservación, situación que explica, sin necesidad de grandes dotes intelectuales de las cuales no dispongo, las razones y sin razones de por qué el Ministerio de Fomento sigue manteniendo la situación irregular por ilegal de los sistemas de protección de motoristas en la N-340, denunciados desde hace años por la AMM y que costó el puesto a varios Directores de Obra, o la más que irregular situación de la N-211 a su paso por la provincia de Zaragoza, hecho denunciado ante la “Fiscalía especialista en Seguridad Vial” también por la AMM.
Denuncias obligatorias por el mal estado de las carreteras
Recientemente, esta publicación en la que escribo, se ha hecho eco de unas extrañas recomendaciones u órdenes, y digo lo que leo, sobre un alto cargo público a un Guardia Civil para que no denuncie el incumplimiento de la Ley en materia de conservación y mantenimiento de carreteras.
No es la primera vez que esto sucede ni será la última, pues esa orden en sí misma vive desde hace tiempo en la Guardia Civil y a esa situación ilegal, hay que darle traslado por un informe (insisto, digo lo que leo), pese a la obligatoriedad de denunciar que para el agente establece el procedimiento sancionado en materia de tráfico.
¿Se imagina el lector que cuando no circule haciendo uso de su cinturón de seguridad o su casco de protección, el agente confeccione un informe explicando a sus superiores que “fulanito de tal…” no se pone el cinturón de seguridad? Tal vez esté equivocado y la Ley no sea igual para todos y tal vez algún día veamos los vehículos del Ministerio de Fomento pasando semáforos en rojo. Desde la oscuridad de mi silencio, algunas cosas ya las he visto, aunque no puedo decir cuáles.
Incremento de exposición al riesgo por incremento de uso
Si estudiamos el indicador millones de vehículos por kilómetro, ofrecido por la estadística del Ministerio de Fomento elaborada a partir de la información de los planes de aforo, comprobamos un incremento constante de la presencia de motocicletas en las carreteras del Estado, CC AA y Diputaciones del 2% entre el 2004 y el 2010, frente a un descenso del -2,5 % en turismos.
Este uso se encuentra asociado al incremento del parque que pasaba de 1.612.082 motocicletas en el 2004, a 2.707.482 en el 2010.
En contra de la lógica, la curva de accidentalidad mortal sufría un descenso importanteque después de la cresta del 2007 con 2.311.346 motocicletas en el parque y 632 compañeros fallecidos, descendía hasta los 386 en el 2010.
Según los indicadores, se apunta a un claro incremento del uso de la motocicleta durante el año 2011, lo que de nuevo implica un incremento en la exposición al riesgo de sus usuarios (nosotros).
A dónde quiero llegar…
Primero: La administración, y por tanto nuestros funcionarios como principales responsables y agentes educadores sociales con su ejemplo, deben de respetar la Ley. Esto implica cumplirla o lo que es lo mismo, las carreteras deben conservarse en las mejores condiciones posibles para la seguridad (R.D. 1428/03 art. 139).
Segundo: Si los ciudadanos hemos sido capaces de incrementar el uso de motocicletas reduciendo las situaciones letales pese a ello (mayor exposición al riesgo), no entiendo las razones para que no podamos seguir haciéndolo.
Por todos, hablemos de responsabilidades compartidas y busquemos soluciones.