En la última información publicada ya advertíamos que la reparación sería muy costosa monetaria y físicamente. Aunque la garantía de Yamaha cubre íntegramente el importe de la reparación, la operación supone desmontar la R1 casi en su totalidad.

El principal culpable de este desaguisado es el piñón de la segunda velocidad, que no cuenta con el nivel de calidad de fabricación adecuado. Esto unido a una situación de estrés durante su utilización en circuito, puede llevar a que la pieza se rompa y ponga en compromiso toda la mecánica e incluso al propio usuario.

El nivel de habilidad requerido por los mecánicos que se encargan de la reparación es muy elevado. Basta con ver el vídeo para intuir que nos sobraría unas cuantas piezas tras desmontar y volver a montar la R1.

Los mecánicos de Yamaha son todo unos profesionales capaces de completar el trabajo en tan solo 16 horas. Claro que si multiplicamos estas 16 horas por el número total de unidades afectada, quizá tengan que echar algunas jornadas extra para tener contentos a los clientes.

En cuanto al coste de reparación mejor no hablar. A Yamaha le costará la campaña de reparación en torno a los 4,4 millones de euros.