Las semejanzas no se limitan solo al chasis y motor, las ruedas, los frenos, la horquilla WP invertida y el brazo oscilante, son heredados de KTM. Tampoco el motor presentará grandes diferencias, cuyos cambios serán más bien a nivel de ajustes y puesta a punto.
Lo que sí que cambia de forma más apreciable es su aspecto, con un estilo más delgado y una ergonomía diferente. Su aspecto es signo de un modelo café-racer más radical y deportivo, a pesar de que se pierde el detalle de las llantas de radios que pudimos ver en la moto concepto.
Se espera que el modelo de producción sea presentado en los salones de la moto de este otoño y que el precio no exceda por mucho al de la Duke 690. Además es probable que veamos una versión con neumáticos de tacos y aspecto Scrambler en un futuro próximo.
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