UGC achaca el incremento de la siniestralidad vial (667 fallecidos, 51 más que en 2015) a la equivocada visión de la DGT en su “afán recaudatorio”, y a la falta de inversión en el adecuado mantenimiento de las vías.
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil también consideran que los 9.100 agentes (prometieron 10.000 para el verano) que prestan servicio actualmente son “manifiestamente insuficientes” para cubrir la multitud de macro-controles de alcoholemia y drogas. Esto obliga a utilizar agentes que habitualmente realizan una labor preventiva de vigilancia o presencia en carreteras secundarias donde se generan el 80% de las muertes en carretera.
Por todo ello, reclaman una “urgente necesidad de que el Ministerio de Fomento invierta en mejorar las vías de comunicación, una inversión adecuada en medios para los agentes de la Guardia Civil, una plantilla acorde a las necesidades y unas directrices claras y orientadas a prevenir la siniestralidad en carretera”.
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