El fabricante norteamericano tendrá que presentarse ante la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y pagar una multa de 12 millones de dólares, junto con una inversión de 3 millones en algún programa que ayude a mitigar los problemas de contaminación del aire mediante la sustitución de estufas de combustión de madera por otras más limpias en los EE UU.
Aunque Harley-Davidson no viola la ley de pureza del aire por si misma, sí que lo hace al vender un dispositivo opcional que viola las cifras de emisiones contaminantes permitidas. Al menos 340.000 de estos dispositivos han sido comercializados para incrementar las prestaciones.
El dispositivo denominado `Pro Super Turner´, permite a los usuarios modificar el flujo de combustible para ajustar la mezcla aire-combustible tras cambiar la toma de aire y el escape original. Es una adaptación pensada especialmente para incrementar las prestaciones, pero que lleva a un mayor consumo de combustible y al no cumplimiento de la normativa medioambiental.
Harley-Davidson ha comunicado a su vez, la intención de dejar de fabricar y vender el Pro Super Turner antes del 23 de agosto de 2016, así como a la destrucción de los que se encuentren en stock.