Cámaras en los semáforos y radares de tramo, junto con más límites de velocidad y la nueva señalización naranja que indican tramos en los que la velocidad es controlada de forma más exhaustiva debido a la peligrosidad de los mismos, son las últimas medidas de Tráfico para tratar de reducir la siniestralidad.

Hasta el 28 de agosto se ha registrado un incremento del 10% en las víctimas de tráfico (711 en 2015 frente a 784 en 2016). La DGT se encuentra inmersa en un periodo complicado tras la dimisión de su directora general, María Seguí, por un caso de adjudicación de recursos sospechosa de corrupción.

Ante los problemas, la administración ha decidido aplicar mano dura. No hay que olvidar que las multas impuestas por Tráfico ascienden a 400 millones de euros cada año.

Los diez nuevos radares de tramo se sumarán a los 14 existentes para controlar la velocidad como nunca hasta el momento. Los nuevos radares se podrán encontrar en la AP7 (provincia de Tarragona), N-II (Capmany), en la C66 en San Cugat y en C58 Cercs (Barcelona). Todos ellos funcionaran en ambos sentidos de circulación, de ahí que se cuenten como 10 tramos controlados por radar.

A los radares se les suma el `Gran Hermano´ de las 270 cámaras de Tráfico situadas en las diferentes radiales de Madrid para controlar el uso del cinturón. Las cámaras, ni están señalizadas, ni han hecho pública su situación, con el fin de hacer más efectiva su labor disuasoria.

A estas cámaras hay que sumar las continuas incorporaciones (9 más) de cámaras tipo semáforo-rojo, que comenzarán a sancionar desde finales de septiembre tras finalizar la fase de pruebas en Madrid. La ubicación de estas cámaras sí que se puede consultar en el plano facilitado por el Ayuntamiento.

Fuente