Los elementos de segregación suelen utilizarse habitualmente para delimitar los carriles bici, y los de Solo BUS –Taxi. Pero su pequeño tamaño y formas redondeadas, unido a los materiales de los que están compuestos, la suciedad que se acumula en la carretera y los diversos elementos meteorológicos (lluvia, niebla, etc) los convierten en un elemento de riesgo adicional para los motoristas.
Al ser de compuestos demasiado débiles, los dispositivos se rompen y dañan con facilidad por los vehículos pesados y acaban introduciéndose en el carril normal de circulación. Desde la Federación de Motociclistas Británico (BMF) y el Grupo de Acción de la Motocicleta (MAG Reino Unido), se reclama su eliminación de las carreteras británicas.
Como muestra indican que el primer día de instalación de los sistemas mini-Orca en las aceras para los carriles bici ha supuesto el tropiezo y caída de 55 peatones. ¿Imagínense eso a 50 km/h?
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