Los datos de la Dirección General de Tráfico y del Instituto Galego de Estadística (IGE9), muestran el avance vivido en la última década. A las ventajas de movilidad y coste se unen las rebajas de impuestos y mejora de la movilidad implementadas por las políticas pro-moto del Ayuntamiento de Vigo. Esto ha llevado a una explosión de las matriculaciones con muchas más altas que bajas de vehículos de dos ruedas.
En todo 2006 las motos censadas en el municipio eran 14.520, mientras que hasta el mes de agosto 2016 ya se contabilizaban 24.562 matriculaciones. El aumento se aprecia de forma constante y en el transcurso del año ya hay 500 matriculaciones más que en todo 2015, cuando se matricularon 24.017 unidades.
A estos buenos datos hay que sumar los 11.894 ciclomotores matriculados en lo que llevamos de 2016, más que las matriculaciones de furgonetas (7.987).
Así las cosas, en 2006 había 10 coches por cada moto, cuando a día de hoy la proporción se ha reducido a casi la mitad (1 moto cada 5 coches). El 12% de los vigueses posee una motocicleta matriculada en la ciudad. Este auge de la moto cobra especial relevancia cuando se produce durante un importante repunte de las matriculaciones de turismos.
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