El conductor es un joven de 24 años que iba bajo los efectos del alcohol en el momento del siniestro. La patrulla de la Policía Local de Vila compró en el lugar de los hechos que el conductor tenía una tasa de alcohol de 0,74 mg/l en aire espirado, dando también un positivo de 0,69 mg/l en la segunda prueba realizada minutos más tarde.
Puesto que superar la barrera de los 0,60 mg/l se considera delito penal, el vehículo fue inmovilizado y el joven se enfrenta a dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir bajo los efectos del alcohol y otro por conducir con el permiso de conducción suspendido por orden judicial.
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