En momentos de crisis como los actuales en el que las motos tradicionales tienen cada vez menor salida, y a lo que hay que añadir; el coste de los combustibles, el aumento de la densidad del tráfico y las limitaciones debidas a las emisiones, BMW ha sabido ver la oportunidad de introducirse en el mundo de los scooter, y lo hace reforzando el segmento de los scooters de lujo. De este modo se amplía el abanico de opciones disponibles en el mercado, con dos nuevos productos que comparten la mayor parte de elementos mecánicos pero con un enfoque muy diferente. Mientras el C600 Sport es la variante más dinámica, el GT está más orientado a los viajes largos, con una apuesta clara por la comodidad y la ergonomía en el puesto de conducción.
El manillar de la GT se encuentra más elevado y el asiento del conductor dispone de un apoyo lumbar ajustable, mientras que el pasajero es cuidado con unos confortables apoyapiés que sustituyen a los estribos de la versión Sport. En esta última, la postura es más activa y la cúpula es de mayor tamaño, que además se regula eléctricamente para obtener más protección frente al viento y la lluvia.